“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí.”
Jeremías 32:27
Existen en la vida situaciones que nos desafían a buscar a Dios a causa de las preocupaciones y
la desesperación y normalmente tenemos la tendencia más a bajar los brazos que al levantar
nuestro rostro para buscar a Dios y pedirle ayuda.
Cuando hablamos de un milagro estamos diciendo que la situación a la luz de la mente humana
es imposible; si usted puede hacer algo para solucionar su problema entonces no necesita un
milagro sino sabiduría para saber cómo actuar.
La palabra milagro es una palabra común para Dios pues para él lo imposible se transforma en
posible. Nuestra mente no puede comprender la profundidad de este texto, donde el Señor
dice que no hay nada imposible para él. Dios jamás ve imposibilidades ese es el terreno que
Dios usa para obrar y demostrar su poder.
Nosotros generalmente nos vemos cercados de imposibilidades desesperantes. Creer en el
Señor y esperar un milagro es una decisión que debe superar a lo que se siente o lo que se
puede razonar. La fe no siente ni razona sino que cree contra viento y marea pues esa fe está
puesta en el Dios de lo imposible.
Si en este momento usted está atravesando una situación que a la vista humana parece
imposible recuerde que ese es el lugar indicado para que Dios muestre su poder, no deje que
sus emociones lo depriman si no levantese en fe creyendo que si ponemos la confianza en Dios
que todo lo puede, nunca seremos defraudados. Dios es fiel y sigue esperando que le
busquemos que creamos en él; pues como dice el texto arriba no hay nada imposible para Dios.
Dios les bendiga
Pastor Martin Lobo